Reglas de convivencia para comunidades felices

Las comunidades no son más que asociaciones de personas que tienen ciertos elementos en común. En un sentido más genérico, constituyen agrupaciones de viviendas que pertenecen a una misma circunscripción territorial y aunque los residentes comparten algunas características (económicas o sociales, entre otras), la realidad es no siempre logran convivir de manera armónica.

 

Lo anterior es preocupante, considerando que es frecuente que veamos a los vecinos con más regularidad que a parientes cercanos, sólo por el hecho de que residen cruzando la calle o el corredor. La convivencia se hace intolerable cuando los miembros de una comunidad no congenian entre sí y mantienen diferencias profundas, perturbándose la felicidad general. Observar las siguientes reglas, con seguridad contribuirá a mejorar la vida en la comunidad donde resides:

 

1. IMPLEMENTAR UN LIDERAZGO EFECTIVO

El liderazgo no es un concepto que se limita a las empresas. De hecho, también es necesario para implementar una visión idónea de la vida en comunidad. Muchos líderes en ámbitos profesionales optan por dejar de lado esta característica en sus comunidades, ya sea por falta de tiempo o por restarle importancia a la convivencia vecinal. La consecuencia es que con liderazgos menos capaces (o peor aún, en ausencia de ellos) el vecindario puede languidecer en la desidia.

 

2. PROMOVER EL RESPETO MUTUO

La base de la armonía en una sociedad reside en el respeto. Los problemas vecinales de todo tipo no son más que la ausencia de éste y de la consideración recíproca que se deben tener los copropietarios. Aplicar el respeto es tarea vertical, desde los jefes de familia hacia sus hijos y empleados domésticos. Con un ejemplo de trato cordial

y respetuoso, hasta los miembros más jóvenes se sentirán motivados a pensar en el bienestar del vecino en todo momento.

 

3. INCULCAR LA IDENTIFICACIÓN COMUNITARIA

El liderazgo efectivo ayuda a formar la visión que la comunidad tiene de sí misma, para inculcar un profundo sentido de pertenencia a ésta. Con él, cada uno de los miembros que la conforman mirará por el bien común, propendiendo a mejorar tanto los espacios propios como los comunes. Al lograrse la identificación de los copropietarios del vecindario, todos sentirán orgullo de integrarlo.

 

4. CREAR CONVIVENCIA

En una era de poco tiempo libre y demasiada tecnología, ocurre que algunos vecinos son perfectos desconocidos, y sólo nos fijamos en ellos cuando cometen acciones que nos son molestas. Es muy necesario crear espacios para conocerse mutuamente y compartir. Eventos benéficos, deportivos y culturales son oportunidades que deben ser promovidas para fortalecer la convivencia comunitaria.

 

5. SOBREPONER EL BIEN COMÚN

Al poner los intereses comunitarios por encima de los anhelos individuales, se hace más fácil implementar iniciativas para mejorar, embellecer y asegurar los predios de todo el vecindario. Este bien común, inteligentemente aplicado, permitirá mejorar la valoración de los inmuebles de cada propietario. Es un punto especialmente útil a la hora de armonizar el estilo arquitectónico o decorativo de las viviendas de la comunidad, sumando amenidades a todo el conjunto, y proponiendo mejoras, como canchas y piscinas.

 

A través de pequeñas acciones individuales, es posible implementar grandes cambios colectivos que permitan una mayor felicidad y armonía en la convivencia diaria con tus vecinos.

¡Anímate a mejorar la vida en tu condominio!

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